El misterio del cuaderno desaparecido

Nunca entendí por qué todos estaban tan preocupados por un simple cuaderno.

Soy Mateo, un estudiante de último curso en un instituto de una ciudad pequeña. Hace unas semanas, una nota circuló por la escuela sobre un cuaderno de apuntes muy importante que había desaparecido. Nadie sabía a quién pertenecía ni qué contenía, pero todos hablaban de ello con nerviosismo, como si fuera un gran secreto.

Intrigado, empecé a preguntar a mis compañeros y profesores. Algunos decían que contenía información para las próximas pruebas finales, otros aseguraban que eran anotaciones sobre un proyecto especial. A pesar de que intenté acercarme a algunos grupos, nadie revelaba detalles.

Lo más curioso es que el cuaderno parecía un símbolo de tensión entre varios estudiantes, quienes se miraban de reojo y evitaban cualquier tema relacionado con el objeto perdido. Esa atmósfera hizo que la rutina escolar se sintiera extraña y tensa.

Un día, mientras estaba en la biblioteca, vi a un estudiante nuevo sentado solo con un cuaderno antiguo en sus manos. Decidí hablar con él y, tras una conversación breve, me contó que el cuaderno era solo suyo y que lo había dejado extraviado accidentalmente.

Aunque no resolvió ningún misterio profundo ni cambió la dinámica de la escuela, ese pequeño acto me hizo pensar en cómo a veces los rumores y el misterio pueden crecer hasta convertirse en una historia mucho más grande de lo que realmente es.

Ahora, cada vez que escucho un murmullo sobre algún objeto perdido o secreto escolar, recuerdo aquel cuaderno y la manera en que la imaginación puede transformar situaciones comunes en enigmas emocionantes.