Cartas bajo la lluvia

Nunca pensé que una tormenta podría cambiar tanto una noche.

Lucía esperaba en la pequeña cafetería del centro para encontrarse con Diego, un viejo amigo de la universidad que había vuelto a la ciudad después de cinco años.

Mientras miraba por la ventana, la lluvia comenzó a caer fuerte, y los clientes empezaron a buscar refugio dentro. Diego llegó empapado y con una sonrisa tímida, sosteniendo unas cartas en sus manos.

"Estas son cartas que nunca envié cuando estábamos en la universidad", dijo, mientras se sentaba. "Pensé que hoy era el momento de compartirlas."

Lucía leyó las primeras líneas con sorpresa. Eran confesiones de amor y momentos especiales que Diego había guardado en secreto. La atmósfera en la cafetería se volvió íntima, como si la lluvia tocara cada palabra.

Después de leer varias cartas, Lucía sintió que su relación con Diego era más profunda de lo que recordaba. Sin embargo, también notó que el tiempo había cambiado a ambos. No todo era tan sencillo.

Diego confesó que había tenido miedo de perder a Lucía si expresaba sus sentimientos entonces. Lucía, por su parte, recordó sus propias dudas y decisiones equivocadas.

El encuentro terminó sin promesas ni planes futuros, sólo la verdad compartida y la conexión renovada entre dos personas bajo la lluvia.

Cuando la tormenta se calmó, ambos salieron a la calle, dejando atrás las cartas y el pasado, pero con un cariño que sabían que no desaparecería.

A veces, pensó Lucía mientras caminaba hacia su casa, el amor es un momento que se vive sin esperar un final claro.